lunes, 2 de mayo de 2016

SCT aceptó que Pedro Topete comprara de manera ilegal la concesión del tren La Bestia

En el contrato de compra-venta firmado por la empresa norteamericana Genesse y Wyoming, queda establecido que lo que vendían a Viabilis Holding S.A. era el permiso federal que por ley, está prohibido vender


Bonifacio Zamacona
Ciudad de México, 2 de mayo de 2016

Funcionarios del gobierno de Felipe Calderón violaron leyes federales y se pusieron a disposición del Grupo Infraiber, que encabeza Pedro Topete Vargas, para facilitar la compra ilegal de la concesión del tren La Bestia, por parte de ese consorcio, que es investigado por fraude fiscal y lavado de dinero.

Las leyes mexicanas prohíben expresamente la venta de una concesión federal, pero los funcionarios encontraron la salida perfecta: La concesión no se otorgó a Genesse & Wyoming, sino a la sociedad anónima que ésta creó para operar en México,  la Compañía de Ferrocarriles Chiapas-Mayab (CFCM).

De tal modo que para la SCT, Topete Vargas no compró el permiso federal a la compañía norteamericana G&W, sino la empresa operadora de dicha concesión; una trampa, una argucia legaloide para evitar la tajante prohibición, establecida en la ley, de transferir, permutar o vender una concesión federal.

Sin embargo, de acuerdo a documentos publicados en la revista Impacto, la SCT investiga la compra-venta de acciones celebrada por G&W Servicios S. A. de C. V., Genesse & Wyoming Inc y GW CM Holdings Inc., como vendedores, y Viabilis Holding S. A. de C. V., como compradores, de fecha 4 de julio de 2008, mediante la cual se pactó un precio por la empresa, y la concesión, de 2 millones 375 mil dólares.

En dicho documento, se confirmaría el ilícito pues queda establecido que lo que Topete estaba comprando era “el título de concesión para operar y explotar las Vías Cortas Chiapas y Mayab, así como la prestación del servicio público de transporte ferroviario que en ellas opera y los servicios auxiliares otorgado (sic) el 26 de agosto de 1999 por el gobierno federal, por conducto de la SCT, a favor de CFCM”.

En el contrato, la compañía ferrocarrilera fundada en 1889, representada en la venta por John C. Hellman, establece, además, que no existe “garantía vigente alguna otorgada por CFCM sobre la concesión” y que tampoco existen “cargas, gravámenes o limitaciones de dominio” sobre dicho documento federal, que les permitió operar, de 1999 a 2007, la ruta del tren “La Bestia”.

En las declaraciones de los vendedores destaca también, aun cuando existe la prohibición legal de la venta de este tipo de concesiones, que la celebración del contrato y el cumplimiento de las obligaciones derivadas del mismo “no constituyen violación alguna a sus estatutos sociales, a la concesión o a la legislación aplicable vigente”.

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