martes, 3 de mayo de 2016

La historia del último gran negocio del sexenio de Felipe Calderón

Funcionarios federales del gobierno panista beneficiaron a Pedro Topete, el empresario que es investigado por lavado de dinero

Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México, junto a su ex secretario de Comunicaciones y Transportes,
Dionisio Pérez Jácome, quien conspiró para beneficiar al empresario Pedro Topete con la concesión del tren Chiapas-Mayab.

Bonifacio Zamacona /Entérate México
Ciudad de México, 3 de mayo de 2016



De acuerdo a la revista Impacto, funcionarios de primer nivel en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) durante el gobierno del presidente Felipe Calderón conspiraron para beneficiar al empresario Pedro Topete Vargas y reconocerlo, sin licitación de por medio, como nuevo concesionario del tren Chiapas-Mayab, la denominada ruta “La Bestia”, en la Frontera Sur del país.

Se trata, afirma el medio, del último gran negocio de la administración calderonista. Hasta esta tarde, ni el presidente Felipe Calderón ni el ex secretario Dionisio Pérez Jácome, han dado su versión sobre estos hechos.

De acuerdo al reportaje firmado por Juan Bustillo, director del semanario, los ex servidores públicos construyeron un entramado no sólo para dar validez a la compra-venta de la concesión original, a pesar de la prohibición expresa de la ley, sino para dejarle al jefe del llamado Grupo Infraiber una ruta férrea saneada en sus finanzas, rehabilitada para operar y con compromisos de inversión, para este sexenio, del orden de los 6 mil millones de pesos.

Además, faltando apenas unas semanas para el final del sexenio, le ampliaron de 30 a 50 años el plazo de la concesión, pero fallaron en algo: No pudieron crearle la experiencia en el ramo ni la capacidad técnica y financiera que se requiere para administrar una línea de transporte ferroviario, elementos que fueron claves para la entrega de la licencia original a Genesse & Wyoming, una empresa con 115 años de experiencia en la industria de los trenes.

Por tal motivo, mientras las presiones mediáticas y políticas de Topete Vargas, sus socios y aliados en medios de comunicación aumentan, buscando la entrega de la operación del tren, el gobierno de Enrique Peña Nieto analiza la posibilidad de desconocer la concesión Chiapas-Mayab para proceder a una nueva licitación y para investigar y sancionar a los ex servidores públicos.

La investigación de la SCT indica que la extorsión contra OHL tiene como destinatario no a la empresa española, sino al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza. Toda la campaña se cerraría a cambio de dar posesión y “definitividad” a la concesión de la empresa de Pedro Topete sobre “La Bestia” en el tramo Chiapas-Mayab. Borrón y cuenta nueva, y amigos como siempre; ese es el mensaje que ha deslizado la dupla Pedro Topete y Paulo Díez, afirma el periodista.

Añade sin embargo, que la decisión de proceder contra ambos personajes, y los ex funcionarios involucrados, podría ser anunciada en breve, lo que ha despertado el interés de compañías nacionales e internacionales que esperan el anunciado fallo, habida cuenta del cúmulo de ilegalidades en torno a la concesión y la operación de esa ruta férrea, que desde el 2010 está en poder de la empresa paraestatal Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec (FIT).

Entre los funcionarios que serían sancionados por las autoridades se encuentra el ex director de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la SCT en tiempos del presidente Felipe Calderón, Gerardo Sánchez Henkel, quien habría sido el cerebro jurídico del reconocimiento institucional al nuevo concesionario y de los esquemas y facilidades otorgadas en los últimos días del sexenio calderonista para hacer de “La Bestia” un jugoso negocio capaz de generar ingresos anuales por casi 2 mil millones de pesos al año.

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